20070819

Eduardo Nogales

EDUARDO NOGALES GUZMÁN
bio-biblio: nació en Oruro en 1959. Obtuvo el Premio “Franz Tamayo” de Poesía en 1998 y de Cuento en 2003. Primer Premio "Juegos Florales Nacionales", Oruro, 1978; Primer Premio Concurso de Poesía "Semanario Aquí", La Paz, 1984; Primer Premio Nacional en Poesía, Universidad Técnica de Oruro, 1985, y menciones en el Concurso de Poesía “Franz Tamayo”, 1977 y en tres versiones del Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”. Ha publicado Raíces de Ceniza Viva (La Paz, 1977), La Nave Iluminada (La Paz, 1990), La Inquietud de los Reinos (Oruro, 1995), Los Deseantes del Arca (La Paz, 1999), El Jardín de las Lentitudes (La Paz, 2003), El Último Cabaret (La Paz, 2004) y El Humo del Paraíso: 2000-2003 (La Paz, 2005). Está incluido en varias antologías.
mencionado por: Humberto Quino Márquez
menciona a:
poemas:

El escarabajo pensativo

Cubre de charcos
El vasto himno de la costumbre
Aunque lejos
No evitaría que mi vejez acuda al alarde de la vida nueva
Ha corrido el rumor que la vida sigue
Que el pantalón de la pena lava su ofertorio
Que las palabras construyen no más que los desiertos
Y los páramos levantan
Los altares y la idea cuando el escarabajo
Visita los escombros
Yo quiero en el viento de los zaguanes
Entregarle a la Historia un zapato cansado y agujereado
Del alma entumecido
Y zurcido entre remiendos de amores nunca creídos
Que digan madre tengo tunas y lluvia en los talones
Y unos ojos de polvareda en las paredes
Haber si le duele lo inalcanzable en un cielo arrodillado
Si ama a dentelladas
Lo que no se encuentra en la amada tierra
Haber si de borracha danza enloquecida
La costumbre de la luz
Y recoge la necesidad del poema y se alimenta
O destroza el foco de su cuarto
Y se embadurna de noche y telarañas
A tientas haber si le crece una luna en su lengua
Y la última mujer en los rincones
Yo vendría entonces a abrazarle y curarle de la vida
A recordarle el mundo
A enseñarle las manchas del tigre
Y decirle que por ella estoy comiendo este pancito
Devorando a falta de cielos
El corazón de mi unicornio
A patear y husmear las puertas de sus cuartos oscuros
Y cerrados
A sacarle de la sombra
Y rezarle para que no se vayan de las flores
Los vientos que mecen los cantares
Con Dios también
Con mi madre en su batán en medio de los mares
Que ya no cantan
No pues
Si la historia soñaría una sinrazón de alas en el agua
De la piedra humedecida el paso combatiente
Se detendría el hombre en el sinfín
No en el tiempo
Y este rostro que culpamos de la Historia
Sería el horror del rostro íntimo que somos
En las afueras de lo que un sentimiento y la hermosura
No soportan
No hay queja que sostenga una verdad
Ni alivio que desmienta un dolor
¿Acaso estos troncos de mis callos en la espuma
no han encallado sus naves para el ave?
He bebido de los licores la ansiedad de las estrellas
Y la amargura de la hermosura
¿A dónde vas me diría?
Oh Amada
Qué respondería al silencio
Si en su lejanía como en ti
Ya lo han dicho todas las estrellas.

1 comentario:

GIMENA dijo...

creo que este señor tiene uns buena pluma y debo decir que no e leido todos sus libros pero pronto lo hare, y sé de donde exactamente saca lo de los "escarabajos" un abrazo, don eduardo, espero traiga muchas buenas vibras este nuevo año.
saluditos:)