Rubén Vargas (La Paz, 1959) ha publicado los poemarios Señal del cuerpo (1986) y La torre abolida (2003). Actualmente imparte talleres de literatura en la Universidad Mayor de San Andrés y dirige la revista boliviana de literatura Alejandría.
20070824
Rubén Vargas
Rubén Vargas (La Paz, 1959) ha publicado los poemarios Señal del cuerpo (1986) y La torre abolida (2003). Actualmente imparte talleres de literatura en la Universidad Mayor de San Andrés y dirige la revista boliviana de literatura Alejandría.
20070819
Eduardo Nogales
El escarabajo pensativo
Cubre de charcos
El vasto himno de la costumbre
Aunque lejos
No evitaría que mi vejez acuda al alarde de la vida nueva
Ha corrido el rumor que la vida sigue
Que el pantalón de la pena lava su ofertorio
Que las palabras construyen no más que los desiertos
Y los páramos levantan
Los altares y la idea cuando el escarabajo
Visita los escombros
Yo quiero en el viento de los zaguanes
Entregarle a la Historia un zapato cansado y agujereado
Del alma entumecido
Y zurcido entre remiendos de amores nunca creídos
Que digan madre tengo tunas y lluvia en los talones
Y unos ojos de polvareda en las paredes
Haber si le duele lo inalcanzable en un cielo arrodillado
Si ama a dentelladas
Lo que no se encuentra en la amada tierra
Haber si de borracha danza enloquecida
La costumbre de la luz
Y recoge la necesidad del poema y se alimenta
O destroza el foco de su cuarto
Y se embadurna de noche y telarañas
A tientas haber si le crece una luna en su lengua
Y la última mujer en los rincones
Yo vendría entonces a abrazarle y curarle de la vida
A recordarle el mundo
A enseñarle las manchas del tigre
Y decirle que por ella estoy comiendo este pancito
Devorando a falta de cielos
El corazón de mi unicornio
A patear y husmear las puertas de sus cuartos oscuros
Y cerrados
A sacarle de la sombra
Y rezarle para que no se vayan de las flores
Los vientos que mecen los cantares
Con Dios también
Con mi madre en su batán en medio de los mares
Que ya no cantan
No pues
Si la historia soñaría una sinrazón de alas en el agua
De la piedra humedecida el paso combatiente
Se detendría el hombre en el sinfín
No en el tiempo
Y este rostro que culpamos de la Historia
Sería el horror del rostro íntimo que somos
En las afueras de lo que un sentimiento y la hermosura
No soportan
No hay queja que sostenga una verdad
Ni alivio que desmienta un dolor
¿Acaso estos troncos de mis callos en la espuma
no han encallado sus naves para el ave?
He bebido de los licores la ansiedad de las estrellas
Y la amargura de la hermosura
¿A dónde vas me diría?
Oh Amada
Qué respondería al silencio
Si en su lejanía como en ti
Ya lo han dicho todas las estrellas.
Julio Barriga
El Monstruario del Mirador
Tan sólo la amargura me mantiene en pie
la vida es algo que se acaba, siempre
tú también vas a romperme el corazón un día
como a tantos seres destruidos desde edades muy tempranas
personas para quienes el mundo es una necedad y una traición
buscando la droga que les proporcione
imágenes secretas de la felicidad
tristes síntesis mandan en la mente
empiezas a comprender que estás siendo
absorbido hasta los tuétanos
por una fuerza portentosa
traté de surcar el fragor de la tiniebla
manteniendo firme la dentadura
horas prodigiosamente estiradas
donde se desencadena la madre de todas las ebriedades
insignes caballeros cuyo aplomo me abate
gente capaz de producirte un infarto a los huevos
un poemario vivo de seres implacables e imbancables
psicoamericanos, corredores de bolsa
ahora sólo puedo visitarlos
en sueños de los que me despierto gritando.
AFORISMOS DESAFORADOS
1- ¿Qué haría si fuera Dios? Renunciaría.
2- A nadie le gustan los muy gordos o muy flacos o muy lo que fuere. Somos una civilización que tiende al término medio. Y a cuántos extremos no conduce esta tendencia...
3- Un hombre también es la suma de sus estupideces.
4- Quizás todos los muertos merecían vivir, y todos los vivos merecerían morir. ¿Tal vez tenemos la humanidad equivocada?
5- ¿No somos todos pulgas en el mismo perro?
6- La edad en que eres un solemne boludo.
7- Y en el asiento del dentista me invadió el absurdo deseo de que me cortaran el cabello.
8- En mi futuro hay algo espantoso: Yo.
9- Esta es la mala suerte que me prometían todos aquellos gatos negros.
10- En una ciudad de un millón de tipos, por fuerza habrá unos cuantos que quieran pegarte un tiro.
11- Lamentablemente uno no es una gallina que pueda mostrar un huevo diario para justificar la existencia.
12- Comimos un asado cocinado a fuerza de miradas.
13- Soy esa estátua que, durante siglos inmóvil, cobra conciencia de la liberación de su movilidad. Pero decide quedarse quieta unos minutos más...
14- En la risa, a cualquier edad y por un instante, recuperas la infancia.
20070818
Mónica Velázques Guzmán
bio-biblio: Mónica Velásquez Guzmán nació en La Paz en 1972. Es Licenciada en Letras por la Universidad Mayor de San Andrés en Bolivia y Doctora en literatura hispanoamericana por El Colegio de México, México, 2004. Actualmente es docente de la Universidad Mayor de San Andrés y la Universidad Católica Boliviana. Publicó: Tres nombres para un lugar (1995); Fronteras de doble filo (1998) y El viento de los náufragos (2004). Como compiladora, la Antología de poesía boliviana del siglo XX: Ordenar la danza, 2004. Además de varios ensayos de crítica y teoría literaria.
mencinado por: Jessica Freudenthal
menciona a:
poética:
poemas:
(de Siete maneras para decir el dolor)
Posibilidad 1
Hoy quiero Mónica, enfermarte larga, mortalmente,
sacarte lejos del mundo, convalenciente:
distanciar del cuerpo su llanto, su sudor solitario
de manera que todo quede, ahora sí, bien vacío
y ser un desierto recoroso resuelto a envenenarse de sed.
Quiero hoy quebrarte un hueso imprescindible
esparcir las astillas de la estructura fundamental
que implores ayuda y extiendas anchas las manos
y no tengas pasos ni pies para darlos.
Quiero una úlcera que cuente de tu fueria
músculos torpes pidiendo a gritos
abrazos que no han de venir
epilepsias que transparenten tu confusión
tu dificultad para contenerte
insomnio eterno para salvarte de los sueños
que anuncian cuando alguien va a morir.
Ningún consuelo, eso quiero darte,
para hacer visible tu necesidad de otro
para que te vean dolerte, partirte en pedazos y se sepa
y te sepulten, te lloren, te perdonen
aunque nadie salve tu muerte,
el viento aleje tu nombre, todo sea casi igual.
Hay demasiado peso en tu sombra
y yo quiero curarte, lenta, con mi saliva...
quiero restablecerte la balanza aún sin par
murmurarte que no hace falta,
que no hace falta morir así.
Posibilidad 5
Quiero, Juana la Loca, darte un Sade que torture tus cavidades
hasta la saciedad de lo cruel y lo pendiente
demonios hablándote al oído,
exigiendo desordenar tu cordura.
Quiero verte bien loca
salida de tu cuerpo, vagando por un muerto,
siendo otra,
y tocar la cicatris obligada
para ningún hijo nadando en el vientre.
Quiero darte un autismo real y patente y diagnosticado
entonces tu eterno silencio tendría razones para la fiesta
te pondrían cuartito aparte
y taparían sus nobles oídos con corchos de vino tinto
lejos de tu grito que grita el dolor del grito.
Tal vez entonces te cierren a salvo en los sitios de la locura
y sea una buena explicación, otra mujer que amó demasiado,
te visiten los domingos con violetas y empanadas
tal vez no asustarías a quienes espían desde el muro
sabrías disimular los ritos inventados por malos amantes
y retrasarías la cita, voltearías al tiempo, sabrías despreciar y reirte
te recordarían con cariño,
enterrarían tu cuerpo cerca del amado
perdonarían una culpa que no sabes rastrear
y te perdonarías, también tú.
(de Hechicera)
X.
Entre dos mundos transita la palabra
abriendo paso al indicio
cúmplase en mi tu voluntad, digo,
necesítame para cumplirte.
La vieja inquisición empieza a sospechar.
Ampárenme brujos meintras vienen por mí
mientras la luz ciega los ojos, el interrogatorio no cesa
esta diferencia es mi culpa
y traman fuegos para doblegar nuestros poderes.
Asístanme mientras mi cuerpo se parte
y ninguna sílaba acierta a salvarle
y mi pequeña luz se oscurece
y vienen a guiarme los muertos de antes
hacia sus círculos...
20070814
Marcos Sainz
(respuesta)
El tartamudo sosoy yo,
no tú
son mis fetiches mis papelitos escricritos.
No importa si la huellaella acuscústica es rústica
saldré cacampeón es gricrito está
Jujujulio Cocortázar me cree
la solsolución saldrá en el próximo número
haz un intento de cripcriptografía
estatá fechachado.
Quiero toctocar fondo
alguien ha roto mis fefetiches
y ya no recuercuerdo nanada.
Se me aparece mi popoética desdesdentada
a enanamorarme de mi cacarie
a llolloverme, desde la punpunta de las cocosas
hasta la cocostra de las rororososas
- me has nacido en la pulpulpa desgarragarrada
me has paseado por los trutruécanos de tus tuétanos.
(entre paréntesis)
(En cuanto poeta sólo soy un manso árbol del
paisaje de montañas, río con casita,
sembradío y árbol:
las hojas verdes, el tronco café).
(deseos del popoeta, indiferencias de la muerte)
Epígrafe
(la muerte dice al tartamudo)
Siempre podrás decir mejores cosas,
e inclusive callar,
propóngote que cuando ya no puedas
lo primero,
acudas a mí.
(versión jocosa del epígrafe)
Cuando de balbucear
y de maldecir estés cansado
puedes mejor callar.
Si no puedes,
como Jesús te digo:
Ven a mí.
(versión abusiva del epígrafe)
Si no aguantas el espasmo,
el estornudo, tu epilepsia.
Te espero al final de la bala,
en el zoom hacia el asfalto,
en el péndulo final
(tus zapatos a la altura de los ojos),
en el racumín del último estertor.
Adriana Lanza
La saga
Si tu así lo deseas puedo ser tu hechicera
estar cuando me busques
desaparecer cuando ya no me quieras.
Puedo trocar este cuerpo
hacerlo más largo, más angosto, más ligero
y ponerme un vestido violeta.
Soplar el humo que me rodea
ungirme de lavanda o jazmín
si me prefieres más sensual pachoulí.
Si mis manos te molestan
fabricaré guantes de seda.
Cambiaré estas rotas sandalias
por zapatos abiertos de tacos negros
para que goces el cuidado de los dedos.
Reposaré los pies en agua tibiamente salada
un masaje de menta
convertirá lo tosco en marea
y las uñas en caramelo.
Pero supongo que no eres tan tonto
para creer todo esto.
Ni por tu amor domado
movería yo un pelo.
Benjamín Chávez
Sobreviviente
Existen por supuesto el fervor
la acometida,
el rugir de la última carga
desesperada
H.D.
A lomo de cañón cabizbajo
En su jaula de tosco hierro,
prisionera de guerra
la plancha de carbón del regimiento
recorre el desangrado campo de batalla.
Enumera con horror
los uniformes en los que
extenuó su diligencia maternal.
Ya no podría
después de lo vivido
ya no
acicalar la formación cubierta de gloria
de ninguna otra.
Cenicero
Ora el centro de la mesa
ora el fondo de un volcán plomizo.
Prescindiendo de mi historia,
moneda echada a suerte
el infortunio es mi apuesta.
Reptil congelado
ojos de cristal de roca
contemplo cómo
cada media hora
me vacían las tripas
de colillas apagadas.
Condición de vampiro
Tras una inútil noche en tránsito sanguíneo
Rodolfo Ortiz
bio-biblio: Rodolfo Ortiz nació en La Paz el 26 de noviembre de 1969. Escritor y baterista de una banda de rock. Director de la revista de literatura La Mariposa Mundial y forma parte de equipo editorial que lleva el mismo nombre. Publicó Cuadernos de la sequía (La Paz, 2007). Ensayos dispersos.
www.mariposamundial.blogspot.com
mencionado por: Jessica Freudenthal
René Odsmar Filipovich
menciona a: Cé Mendizabal
Juan Cristóbal Mac Lean
poemas:
[: CONTRA LA NOCHE]
No luz ―firmamento en lo solo
donde pierdes (y escribe) tu nombre
apenas el asombro
: contra la noche nos inventa
impedido. Oír
tus elevados coturnos (a) leves
de tus palabras por el cielo ―no
menos negro― de esta página.
Aparta la lámpara ― qué ves
contra la frase
si el viento evapora el universo
la ventana ―en
cada cosa― herida.
He sido provisto de la visión extraviada. La visión del leer
extraviado. El centro de la imagen. El centro perdido de una página. Todo
soltando sus marras en la inutilidad. Ni siquiera
el poema que labro minuto a minuto posee un centro ubicable. La
frase de un poeta la frase de otro y de otro, sus triunfos
y miserias ahora divagan, de aquí para allá en un
desconcierto absoluto, en una falta de orden
que asusta, en una orfandad que me habla de los fríos zaguanes
hubo días en que la alegría de escribir
a Jaime Saenz
Un poco de agua
con las manos un poco de azufre
con los dedos te he dado.
La hoja que miro enredada
una hoja que mira en su hilo
es tu imagen arrancándome de mi tumba.
Y di tres pasos
y di tres vueltas
y me estuve en cuclillas meditándote
largos minutos
Humberto Quino Márquez
mencionado por: Jessica Freudenthal
menciona a: Julio Barriga
Eduardo Nogales
poemas:
Poema sin fin
Juan Carlos Ramiro Quiroga
JUAN CARLOS RAMIRO QUIROGA
bio-biblio: Juan Carlos Ramiro Quiroga nació en La Paz el 11 de marzo de 1962. Ha publicado cuatro poemarios: El Pozo de Interminables Líneas: Cámara de Eco (1990), Cámara de Eko o el Pozo de Ariana (1992, reeditado en 2003), Errores Compartidos (1995) e Historia del Ángel (2003). Su poesía está incluida en la Antología de la Poesía Latinoamericana del Siglo XXI (Siglo XXI, México, 1997), de Julio Ortega, compilador. También en El verbo descerrajado (Antología de poemas en solidaridad con los presos políticos de Chile), (Apostrophes Ediciones, 2005). Publicó recientemente Hueso blanco: Reportaje a la mala lectura asediado por aforismos, sofismas, latiguillos, barbarismos y apostillas (2007).
mencionado por: Jessica Freudenthal
menciona a: Emma Villazón Richter
Anabel Gutierrez
Claudia Peña
Sebastián Molina
Gustavo Cárdenas
poemas:
(inéditos)
el ángel de Jehová acampó a unos siete pasos de mi jardín
y me envío la plaga de las pulgas para que haga hablar a los mudos
y me arrojó la plaga de las langostas para que destierre demonios
y me mandó sapos para que sanara a los tullidos
e rebalsó las cañerías de mi casa con sangre de machos cabríos
para que bendijera a mendigos y proxenetas
todos los males han ingresado a mi corazón y yo sin quejarme
rascándome la sarna que me sale en las orejas
el moco con el que aprendo hacer gárgaras cada mañana
los dolores de cabeza que son tan intensos e imposibles de comparar
el sarro y los dolores dentales que imposibilitan mi ascenso burocrático
me hago el pavo y me quedo a medio camino sin plumaje
feliz como ninguno y más borracho que Villón
su bendición es una forma de maldición sino no tiene sentido
el ángel de Jehová me ha arrancado los últimos billetes y juega con mis rebeliones
he perdido todos mi dientes tratando de invitarlo a que pase a mis aposentos
nos hemos agarrado a golpes como adolescentes sin afrontar las pérdidas
el permanecerá a siete pasos de mi patio lleno de ojos únicos como la lechuza
henchido de “eso” que aborrecen los hombres cuando bailan la morenada
“verde que te quiero verde”, ya no sé ni lo que le canto
en las mañana le canto con todas las salivas de mi cuerpo
pero el ángel de Jehová me golpea, me desnuca y me deja sin cerebro
ando de espaldas al mundo con los ojos abiertos
naranja mecánica, me digo y eso parece sofisticarme aún más
sólo Gymnopédies me saca de este quicio y me deja en otro más reposado
sólo Satie tiene la clave de mis males y quisiera oírlo cuando muera
el ángel de Jehová me habla con palabras que son garabatos con errores ortográficos
en un idioma que parece inglés y que parece español y que parece guaraní
he hablado más lenguas con él que con otros tipos que conozco
pero el idioma que más le gusta es la fe en vivo y en directo
no le gusta la prosa, aborrece a tipos como Bryce Echenique
alias Vargas Llosa, alias Paz Soldán, alias Roncagliolo
creo que apenas nos conocemos y él me preserva
a veces creo que me conoce desde la placenta de mi madre
es imponente cómo su tienda ocupa mi jardín
las esquinas, las calles, los mercados y las plazas de la ciudad han quedado reducidas
La Paz ya no es la misma ciudad desde que el ángel de Jehová tomó mi jardín
algo ha cambiado irremediablemente desde que su espíritu acampó en mi lengua
ni mi cuerpo es el mismo ni mi alma es la misma
ni yo soy el mismo tipo que se acostó con millares de tulipanes
4.sep.2006
“véndame una tira de aspirinas”
esa frase se había convertido en una parte rutinaria de su existencia
cada vez que lo utilizaba creía en la esperanza de aliviar sus tremendos dolores de cabeza
algo imposible para un tipo como él
al principio, porque siempre hay un principio para todo, compraba un par
y el dolor se iba en un dos por tres
hasta que adquirió la costumbre de comprar más que dos
más que tres o más que cinco
las aspirinas emanaban una atracción irresistible en su vida
aún más que el sexo o aún más que una taza caliente de café
y escapaba a las tiendas y a las farmacias
como se escapa a un burdel en medio de la oscuridad
a veces quedaba enceguecido
medio tuerto y acalambrado
no atinaba a ver las calles por donde caminaba
el dolor acampaba en su cabeza en forma de campana
una enorme tienda se erguía en sus sienes y apuntalaba sus estacas en su cuello
en este estado era imposible ver el color de Bolivia
¿cuál era el color de Bolivia?
Domingo 24 de septiembre de 2006
los ojos de dios son como los ojos de la lechuza
sin párpados, casi sin pestañas, poderoso iris de la oscuridad
henchidos de eternidad y fijos en la pelambre del hombre
que se pierde en la insignificancia del universo
imposibles de mirar como cuando se mira el eclipse solar
quemantes y ardientes por el sólo hecho de ser divinos
fríos y indiferentes por el sólo hecho de ser celestiales
inmensos y descomunales por el sólo hecho de ser omnipotentes
aterradoramente infinitos
oh cómo me duele mirar los ojos de dios
de noche cuando creo dormir
de día cuando creo despertar
oh cómo me conmueve mirar los ojos de dios
al atardecer cuando tomo sorbos de café
al amanecer cuando rebano trozos de queso
nada en este mundo se contrasta a esos ojos
que te miran “entrañablemente” desde la lontananza
ni la aurora boreal ni el techo de la ballena ni la lava volcánica
ojos que miran aterradoramente mi futuro y mi memoria
mi excremento mi saliva mi sangre y mis espermas
retazo a retazo segundo a segundo sin fallar en ningún instante
tiene un pico como un ave rapaz para sacar los ojos de los hombres
pero dios no se parece al águila imperial ni al buitre americano
tiene unas garras para destripar las entrañas hasta dejar sólo pellejo sobre pellejo
pero dios no se parece en nada a una hiena o al chacal de las praderas
los ojos de dios son infinitamente sin cuerpo sin nada
humanamente posibles para estos ojos que leen este poema
¿qué haré o qué haremos mi dios?
ya no soy ese hombre amigable y con amigos
sólo tengo los ojos secos y fijos en la inmensidad
¿qué haremos con este corazón?
ando ciego igual que los hombres roñosos
dichoso de no mirar la cara del hombre que me ve pasar al trabajo
dichoso de no saber nada más que de sus ojos
La Paz, 7 de noviembre de 2006